Se acaba de publicar la noticia de la resolución del Consejo General del Poder Judicial acerca de la queja interpuesta por la actitud del Juez de Diego durante las sesiones del juicio del caso Gürtel. Parece ser que en múltiples ocasiones el Magistrado daba cabezadas, parecía dormido y completamente «ausente» con respecto a lo que ocurría en la Sala. A la vista de lo resuelto por parte del CGPJ… podríamos pensar que algunos Jueces han perdido la vergüenza.
¿Qué ha dictaminado el Consejo General del Poder Judicial ante la queja presentada?
Ha archivado las diligencias.
¿Qué han alegado para hacerlo?
Pueden leer la noticia pinchando aquí.
«El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha archivado las diligencias abiertas contra el magistrado Julio de Diego por dormirse durante el juicio del caso Gürtel. La responsable del Área de Actuaciones Previas y Expedientes Disciplinarios, tras analizar las innumerables ocasiones en las que el juez da cabezadas y permanece durante largos periodos de tiempo completamente somnoliento, concluye que no cabe actuar contra él porque, a su juicio, De Diego se encontraba «ensimismado en sus reflexiones»….»
Así de claro lo dice el artículo.
Pero no termina ahí. Para intentar justificar el archivo de las actuaciones y, con el archivo, la protección corporativista al Juez, el CGPJ echa las culpas a los que presentan la queja.
El artículo sigue diciendo más adelante:
«…Asimismo, el órgano de gobierno de los jueces reprende a los denunciantes, a los que recrimina su «pasividad» durante el juicio tras comprobar las cabezadas del juez que ahora denuncian. «En ningún momento formularon queja o protesta alguna (por aislada que ésta fuera) ante el comportamiento que atribuyen al magistrado»….»
Algo parecido a lo que le ocurrió a Don José María Castillejo, cuando presentó queja ante el Promotor de la Acción Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial, contra la Magistrada Doña Olga Martín Alonso.
Presentó la queja por mantener ésta una presunta «relación íntima» con un Procurador, mientras se veía en su Juzgado el procedimiento judicial en el que el Procurador representaba a una de las partes. La parte que, curiosamente, y posteriormente a la presentación de la queja, se vió beneficiada por sus decisiones y por la actuaciones de su Juzgado.
Una vez presentada la queja, Don Jose María Castillejo aportó sendos Informes de Detectives que concluían diciendo:
Con los Informes, además de explicar los seguimientos realizados al Procurador durante semanas, se adjuntaban fotos que venían a demostrar esa relación entre ambos. Aportamos aquí solo algunas de ellas.
Entre esas fotos y esos seguimientos, consta uno en particular en el que los Detectives dejaban claro cómo se prodigaban «besos y caricias» en un párking público a la luz de unas farolas, dentro del coche del Procurador.
La Jueza, cuando conoció la queja, lo negó todo.
En uno de sus Autos declaró:
A sus compañeros del Consejo General del Poder Judicial les dijo que con el Procurador mantenía la misma relación que con el resto de Procuradores en su Juzgado y que eran «absolutamente falsas» las alegaciones realizadas por Don José María Castillejo en su queja ante el CGPJ:
El Fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, sin embargo, dejó claro que le parecía que esa «relación íntima» aparecía como acreditada y que, al haberla negado la Magistrada en uno de sus Autos ( previamente presentado en este Post), procedía deducir testimonio de su Decreto ante el Consejo General del Poder Judicial:
Que un Juez niegue en uno de sus Autos algo que aparece como acreditado… se podría interpretar como que estaba mintiendo. Lo que se podría presumir como un supuesto delito. Especialmente siendo una Juez quien lo hace y en uno de sus Autos. Sin embargo, ¿qué hizo el Fiscal? En vez de investigar ese supuesto delito…. archivar la denuncia y enviar al denunciante a que «encontrara Justicia» en el Juzgado de aquella a la que había pillado en tan inconveniente actuación -por no decir irregular- y a quien había denunciado.
¿Qué hicieron en el Consejo General del Poder Judicial?
Archivar también la queja.
A partir de ese momento… una vez la Juez se vio completamente impune y protegida por sus compañeros, comenzaron a producirse en su Juzgado una larga lista de irregularidades, siempre en contra de los intereses de Don José María Castillejo y en contra de la Ley. Pueden leer con detalle una muestra de ellos en nuestro post titulado «Caso Pocoyó«. Lo encontrarán pinchando aquí. Se van a entretener si lo leen.
Como decíamos al principio… parece que algunos jueces han perdido la vergüenza, o están en el camino de perderla. Y parece que lo están haciendo por protegerse entre ellos. Corporativismo y un ánimo firme de hacer valer la impunidad completa y total para ellos -y entre ellos- es lo que parece que les guía. No el imperio de la Ley.
¿Son los jueces unos ciudadanos diferentes al resto? ¿Por qué son -de facto- impunes? ¿Por qué no se les investiga? ¿Por qué no se les condena? ¿Por qué no son responsables de sus actos, al igual que sí lo somos el resto de ciudadanos? ¿Por qué no responden con sus bienes, como hacemos el resto, cuando sus decisiones son erróneas? ¿Hasta cuándo lo vamos a permitir?
La Constitución Española especifica claramente al hablar de los jueces que han de ser «responsables«. ¿Por qué permitimos que NO lo sean?
También dice que han de regirse por el imperio de la Ley. Parece que algunos de ellos no lo hacen. ¿Por qué lo permitimos?
Mientras se permita esta impunidad de facto de los jueces, estaremos permitiendo la corrupción. Cada decisión voluntaria equivocada de un juez, alimenta la corrupción. El cáncer de nuestra sociedad. En el caso de los jueces es lo que se llama prevaricación.
No podemos olvidar lo que decía la Juez Alaya en declaraciones al diario ABC:
¿Cuantos jueces han ido a la cárcel en estos últimos 40 años? Que nosotros recordemos sólo uno. ¿Son los jueces unos seres especiales, entre los que no hay supuestos delincuentes? O… ¿se tapan y se protegen entre ellos?
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