Lee el contenido que te ofrecemos a continuación. De la lectura del mismo podrás deducir si en tu caso se ha producido o se está produciendo tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Muchas veces no nos damos cuenta de que nos están torturando.
Nos llevan a una situación de vulnerabilidad tal que nos hacen pensar que incluso llegamos a pensar que hasta nos lo merecemos. A veces, hasta las personas que hay a nuestro alrededor e incluso los que más nos quieren, piensan… «si esto le está pasando, es que algo habrá hecho mal» y comienzan a mirar hacia otro lado. Justo cuando más las necesitamos. No debes dejar llevarte por el agotamiento, el miedo o la coacción.
La consecuencia de los sufrimientos a los que nos conducen es que nos podemos encontrar solos, indefensos, desamparados y en muchas ocasiones, destruidos. Es lo que pretenden los que nos están torturando. De esa manera ellos quedan impunes y haciéndolo, transmiten a la sociedad el mensaje de que lo que te está ocurriendo a tí es lo que les va a ocurrir a todos aquellos que tengan la «temeridad» de denunciar. Consiguen sentirse impunes. Incluso, convertirse en impunes.
No lo permitas.
Para que veas que tienes armas para poder evitarlo, es importante que conozcas el significado, el alcance y la gravedad de infringir este tipo de trato a ciudadanos libres. De manera especial cuando lo hacen a aquellos que hemos tenido el valor de denunciar a personas u organizaciones que actúan en contra de la Ley o de las normas.
Estas personas u organizaciones, infringiéndonos tortura, malos tratos o tratos crueles, inhumanos y degradantes se sienten impunes. Hasta ahora nadie los ha perseguido de manera sistemática. Es justo eso lo que desde esta Asociación pretendemos evitar en el futuro.
Investiga en nuestra página web. Conoce el significado y la gravedad del trato que te están infringiendo. Y si crees que eres un perjudicado, analiza tu caso, revisa tu documentación y si crees que los tienes suficientemente documentado, contacta con nosotros.
Sí. La tortura y los tratos crueles, inhumanos o degradantes están contemplados por la Ley española. Están incluso prohibidos -como podrás ver más adelante- por la propia Constitución Española. Pero no sólo por la Constitución, lo están también y de manera muy especial por las leyes europeas y por muchos tratados internacionales que España y otros muchos países se han comprometido a respetar y aplicar.
Podrás denunciar tanto ante Tribunales Españoles, como ante Tribunales y Organismos Internacionales.
Esto es algo en lo que en la Asociación te podremos ayudar y en lo que te podremos acompañar. Si vas sólo muchas veces las denuncias habrás podido comprobar que quedan archivadas. Muchas veces incluso, ni siquiera eras consciente que podías denunciar por tortura, aunque es precisamente eso lo que estás o estabas sufriendo. Por otra parte, los abogados que te asisten no son expertos en este tipo de actuaciones delictivas.
También en muchas otras ocasiones aquellos a los que tienes que denunciar son autoridades públicas, personas con mucho poder o incluso miembros de la Judicatura, que no han prestado la debida atención a tus denuncias, no han entrado -voluntaria o involuntariamente- en el análisis del fondo de lo que venías a denunciar y haciéndolo así, por una parte quienes están actuando mal quedan impunes y siguen actuando mal y por otra, aquellos que no han cumplido con sus obligaciones investigando -especialmente si son funcionarios u oficiales públicos- se han convertido en cómplices y a veces hasta en actores principales del delito de tortura.
Cuando todo esto ocurre es normal que tus abogados, que al final dependen en su vida del trato con Tribunales, con Organismos Públicos y con empresas, no quieran o no puedan acompañarte y guiarte en este antipático proceso de tener que denunciar.
Para eso estamos nosotros. La Asociación de Víctimas de Tortura por Corrupción. Para acompañarnos, unirnos en nuestra lucha valiente y para acompañarte también a tí.
Contacta con nosotros si crees que puedes ser víctima de tortura, malos tratos o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Muchas acciones, conductas o hechos pueden ser vistos como tortura en determinadas circunstancias, aunque es importante poner de relieve que podrían no ser vistas como tales en otras situaciones. De hecho, no existe una definición en la Ley Internacional sobre la tortura. La mayor parte de las disposiciones internacionales y los Organismos Internacionales tienden a estar de acuerdo en que son cuatro los elementos constitutivos de tortura, como se explica en el artículo titulado los “Elementos relacionados con la definición de tortura”.
Conviene recordar que de manera habitual en las disposiciones legales, tortura está también unida a tratos crueles, inhumanos y degradantes, a castigos o a malos tratos.
La tortura no es un hecho en sí mismo o un tipo específico de hechos. Es la cualificación legal de un evento ocurrido o de un comportamiento, todo ello basado en una evaluación integral del evento que se analiza o del comportamiento.
Por tanto, será importante diferenciar entre la calificación de tortura, trato cruel inhumano y degradante, castigo o malos tratos. Esa diferenciación dependerá de las circunstancias específicas en cada caso y no es siempre obvio.
Debido a la intensidad específica o a la naturaleza de determinados hechos, la cualificación de tortura puede ser fácilmente otorgada en determinados casos. Sin embargo en otros la vulnerabilidad de la víctima (edad, sexo, status, etc.) así como el ambiente que rodea a los hechos y el efecto acumulativo de diversos factores, deben ser tenidos en consideración para determinar si el caso en cuestión equivale a tortura o si no alcanza dicho umbral y debe ser considerado como trato cruel, inhumano o degradante o como castigo.
Pretendemos darte elementos que te ayuden a identificar actos, conductas o hechos que, en las circunstancias particulares de cada uno de los casos, puedan ser cualificados como tortura bajo la Ley Internacional y sobre la base de la práctica y de la jurisprudencia de diversos Organismos Internacionales con los que España y otros muchos países están obligados.